CORTITOS
TU NOMBRE
Y las palabras se invitaron solas a mi mesa, a mi cabeza.
Entre ellas distinguí tu nombre como anagrama a resolver
No podía solucionarlo y nacieron más letras y a la vez palabras.
Y seguí intentando, y escribí un libro, y tu nombre aun no lo pude descifrar.
Pensé en pedir tu ayuda y no supe cómo llamarte.
Y mi tinta se deslizaba en tu papel y no supo nombrarte.
Pase eternidades intentando llamarte sin un nombre.
Hasta que guarde silencio y entonces llegaste tú.
VENENO
Y me aferro a ti, veneno
Como si fueras ese único liquido que quita mi sed
Pero también la vida
Y me envuelvo en la vorágine, y ahora quiero escapar de ella.
Como llegue hasta ti, hasta aquí… tengo el agua al cuello
¿Por qué tengo miedo de amarte?
¿Por qué necesito amarte?
MUERO…
Porque me falta el sabor de tu lengua,
ne asfixia la ausencia de ti.
La duda me come por dentro.
Y tiemblo. Y mi mente me traiciona, me juega bromas.
Te trae a mí y me tortura, como perdida en el desierto,
y tú el oasis que desaparece, un espejismo cruel.
En la soledad de la rutina, tu olor me acompaña.
Y tus palabras resuenan en mi cabeza.
Permanentes como el tictac de un reloj.
DE OLOR Y DE RECUERDOS
Todo huele a ti.
Tu ropa, tus caricias, los besos que se quedaron en mis labios sin sentirte.
Todo huele a ti, a tu cuerpo, a la sal de tu sudor y a tu saliva.
A el aliento que sentía cuando tu mirada me escudriñaba,
cuando tus ojos buscaban intimidarme y conseguían seducirme.
Todo huele a ti y a tus manos, que me esculpían con firmeza,
a tu cabello impregnado de frescura y desenfado.
Todo huele a tu boca reseca pero dulzona, a tu lengua pincelando mi cuerpo como lienzo.
Todo huele a ti, mi cama, mi cuello, cada parte que besaste…
y de todos mis recuerdos vuelves tu en cada respiro.
EL INICIO Y EL FINAL
Un café, un cigarro, tus palabras me embriagaron.
El movimiento de tu boca simplemente me cegó,
Y tus manos temblorosas me dejaron una primavera
Inolvidable, irrepetible, como nunca otra llegó.
Y las palabras se invitaron solas a mi mesa, a mi cabeza.
Entre ellas distinguí tu nombre como anagrama a resolver
No podía solucionarlo y nacieron más letras y a la vez palabras.
Y seguí intentando, y escribí un libro, y tu nombre aun no lo pude descifrar.
Pensé en pedir tu ayuda y no supe cómo llamarte.
Y mi tinta se deslizaba en tu papel y no supo nombrarte.
Pase eternidades intentando llamarte sin un nombre.
Hasta que guarde silencio y entonces llegaste tú.
VENENO
Y me aferro a ti, veneno
Como si fueras ese único liquido que quita mi sed
Pero también la vida
Y me envuelvo en la vorágine, y ahora quiero escapar de ella.
Como llegue hasta ti, hasta aquí… tengo el agua al cuello
¿Por qué tengo miedo de amarte?
¿Por qué necesito amarte?
MUERO…
Porque me falta el sabor de tu lengua,
ne asfixia la ausencia de ti.
La duda me come por dentro.
Y tiemblo. Y mi mente me traiciona, me juega bromas.
Te trae a mí y me tortura, como perdida en el desierto,
y tú el oasis que desaparece, un espejismo cruel.
En la soledad de la rutina, tu olor me acompaña.
Y tus palabras resuenan en mi cabeza.
Permanentes como el tictac de un reloj.
DE OLOR Y DE RECUERDOS
Todo huele a ti.
Tu ropa, tus caricias, los besos que se quedaron en mis labios sin sentirte.
Todo huele a ti, a tu cuerpo, a la sal de tu sudor y a tu saliva.
A el aliento que sentía cuando tu mirada me escudriñaba,
cuando tus ojos buscaban intimidarme y conseguían seducirme.
Todo huele a ti y a tus manos, que me esculpían con firmeza,
a tu cabello impregnado de frescura y desenfado.
Todo huele a tu boca reseca pero dulzona, a tu lengua pincelando mi cuerpo como lienzo.
Todo huele a ti, mi cama, mi cuello, cada parte que besaste…
y de todos mis recuerdos vuelves tu en cada respiro.
EL INICIO Y EL FINAL
Un café, un cigarro, tus palabras me embriagaron.
El movimiento de tu boca simplemente me cegó,
Y tus manos temblorosas me dejaron una primavera
Inolvidable, irrepetible, como nunca otra llegó.
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